La desnutrición está causada principalmente por una ingesta dietética insuficiente, y la enfermedad y su tratamiento son los factores subyacentes para la disminución de la ingesta de alimentos. (1, 2)
La ingesta de alimentos puede disminuir por diversas razones, como falta de apetito, problemas para tragar y los efectos secundarios de los medicamentos (3). Los pacientes con cáncer están especialmente afectados, ya que pueden tener cambios en el gusto o náuseas debido al tratamiento, así como aquellos con afecciones neurológicas que no pueden tragar o alimentarse. Más del 50% de los pacientes hospitalizados no comen la comida completa que reciben y el 30% de los residentes en hogares de ancianos, comen menos de la mitad de su almuerzo (4,5), lo que se traduce en que los pacientes a menudo no satisfacen sus necesidades nutricionales.
Pero detrás de la desnutrición hay más que una mala ingesta de alimentos. La falta de una descripción clara de las responsabilidades de las autoridades sanitarias, las instituciones y los profesionales sanitarios, y los equipos y formación inadecuados para la detección, agravan el problema de la desnutrición. Por lo tanto, es necesario un enfoque multidisciplinar para identificar e implementar soluciones apropiadas y efectivas.
ASPECTOS CLAVE
- La enfermedad y su tratamiento, tienen como consecuencia una disminución de la ingesta de alimentos, siendo las principales causas de desnutrición.
- Los pacientes que padecen cáncer y aquellos con afecciones neurológicas, son especialmente vulnerables.
- Para abordar la desnutrición de manera más efectiva, se necesita un enfoque multidisciplinar, que involucre a los profesionales sanitarios, las instituciones y las autoridades sanitarias.
Fuentes:
(1) Stratton RJ et al. Wallingford: CABI Publishing, 2003
(2) GibbSNO T, Fuchs GJ. Clin Pediatr (Phila) 2009;48:356-61.
(3) https://medicalnutritionindustry.com/files/user_upload/documents/SNO_2012/ Dossier2012FINAL2012-09-04.pdf
(4) Hiesmayr M et al. Clin Nutr 2009;28:484-91
(5) Valentini L et al. Clin Nutr 2009;28:109-16
